Casa FOA 2007
En la ex playa de maniobras de la estación Palermo del San Martín, sobre la avenida Juan B. Justo, se desarrollará desde el viernes y hasta el 25 de noviembre la tradicional muestra de arquitectura, diseño interior y paisajismo.
El barrio de Palermo y la arquitectura industrial ferroviaria de principios del siglo pasado inspiran la edición 2007 de Casa FOA, la muestra de arquitectura, diseño interior y paisajismo que desde hace 24 años organiza la Fundación Oftalmológica Argentina, y que comienza este viernes y finaliza el 25 de noviembre próximo.
En esta oportunidad, el tema es el tren y el escenario la ex playa de maniobras de la estación Palermo del ex Ferrocarril General San Martín, un centenario conjunto de galpones de chapa y 18 depósitos de puro ladrillo a la vista con fachada de arcos de medio punto construidos al costado de un tramo de vías oxidadas y rodeadas por grandes áreas verdes.
El predio, que abarca las avenidas Juan B. Justo, Santa Fe y las calles Paraguay y Godoy Cruz, hoy forma parte del patrimonio público que administra la Onabe, organismo que recientemente otorgó la concesión a una empresa privada cuyo objetivo es convertir el lugar en un complejo gastronómico y de servicios, lo que de prosperar articulará los dos sectores más concurridos del populoso barrio: el SoHo y Hollywood. La buena noticia es que hasta tanto eso no suceda, los 13.800 m2 que lucían abandonados a su suerte han sido transformados por la varita de los más de 50 estudios que este año participan en Casa FOA.
Sin duda, una edición excepcional debido a las particularidades del lugar que, entre otras ventajas, permitió contar como nunca antes con 8000 m2 dedicados al paisajismo, además de lograr una circulación general clara, dinámica y menos sofocante gracias a la distribución de las plantas.
En cuanto al interiorismo, vale decir que las propuestas no añaden nada nuevo al panorama del gusto local, o al menos lo que se ve sugiere que permanecen vigentes las tendencias expuestas en las últimas ediciones, lo que no es poco teniendo en cuenta el costo de renovar la casa. Predominan los ambientes integrados, el sofá frente a la pantalla de plasma, los colores neutros, mucha tecnología en iluminación y electrodomésticos, y sobre todo versatilidad en la aplicación de los materiales, algo que se observa especialmente en los revestimientos. En ese sentido se recomienda visitar los dos sectores de baños públicos, uno de ellos realizado por Alfred Fellinger para la empresa Roca (Nº 8), donde el diseño privilegia la luminosidad y la sencillez del vidrio, y la vanguardia en sanitarios y grifería; y otro pensado por Fabián Parra, mucho más arquitectónico (Nº 53). Se destaca el trabajo de Eduardo Aldacour para el concurso Masisa y Casa FOA (Nº11), desplegado a lo largo de un gran galpón de chapa con vista a todo el predio, y pegado al sector institucional de la Onabe. En materia de vivienda familiar, Pablo Chiappori recrea ambientes con aires escenográficos que prueban cuánta sofisticación pueden aportar los muros pintados de negro, y en la otra vereda, Jorge Muradas y Eliana Elesgaray apuestan a un loft menos barroco y más purista. Finalmente, las siete propuestas de paisajismo indican que vale todo mientras haya algo de verde: desde el yuyo salvaje peinado por el viento hasta la topiaria o arbusto prolijamente recortado a tijera de podar.
Espacio 32
El estudio Paula Herrero Arquitectos fue elegido por segunda vez ganador de la beca DArA, lo que le permitió participar en esta edición de Casa FOA con su proyecto Gran Comedor de una Bodega, que representa una bóveda con un lugar para degustación de vinos. En la realización se aprovechó una bóveda de ladrillo de cañón corrido, y también la antigua función del emplazamiento, que primero fue galpón para el almacenamiento de viaductos ferroviarios y luego para productos vitivinícolas. Los protagonistas del espacio son una larga mesa de mármol negro y sillones Egg, diseño de Arne Jacobsen, además de lámparas, barriles de vino, etcétera.
Espacio 47, paisajismo
El barrio de Palermo y la arquitectura industrial ferroviaria de principios del siglo pasado inspiran la edición 2007 de Casa FOA, la muestra de arquitectura, diseño interior y paisajismo que desde hace 24 años organiza la Fundación Oftalmológica Argentina, y que comienza este viernes y finaliza el 25 de noviembre próximo.
En esta oportunidad, el tema es el tren y el escenario la ex playa de maniobras de la estación Palermo del ex Ferrocarril General San Martín, un centenario conjunto de galpones de chapa y 18 depósitos de puro ladrillo a la vista con fachada de arcos de medio punto construidos al costado de un tramo de vías oxidadas y rodeadas por grandes áreas verdes.
El predio, que abarca las avenidas Juan B. Justo, Santa Fe y las calles Paraguay y Godoy Cruz, hoy forma parte del patrimonio público que administra la Onabe, organismo que recientemente otorgó la concesión a una empresa privada cuyo objetivo es convertir el lugar en un complejo gastronómico y de servicios, lo que de prosperar articulará los dos sectores más concurridos del populoso barrio: el SoHo y Hollywood. La buena noticia es que hasta tanto eso no suceda, los 13.800 m2 que lucían abandonados a su suerte han sido transformados por la varita de los más de 50 estudios que este año participan en Casa FOA.
Sin duda, una edición excepcional debido a las particularidades del lugar que, entre otras ventajas, permitió contar como nunca antes con 8000 m2 dedicados al paisajismo, además de lograr una circulación general clara, dinámica y menos sofocante gracias a la distribución de las plantas.
En cuanto al interiorismo, vale decir que las propuestas no añaden nada nuevo al panorama del gusto local, o al menos lo que se ve sugiere que permanecen vigentes las tendencias expuestas en las últimas ediciones, lo que no es poco teniendo en cuenta el costo de renovar la casa. Predominan los ambientes integrados, el sofá frente a la pantalla de plasma, los colores neutros, mucha tecnología en iluminación y electrodomésticos, y sobre todo versatilidad en la aplicación de los materiales, algo que se observa especialmente en los revestimientos. En ese sentido se recomienda visitar los dos sectores de baños públicos, uno de ellos realizado por Alfred Fellinger para la empresa Roca (Nº 8), donde el diseño privilegia la luminosidad y la sencillez del vidrio, y la vanguardia en sanitarios y grifería; y otro pensado por Fabián Parra, mucho más arquitectónico (Nº 53). Se destaca el trabajo de Eduardo Aldacour para el concurso Masisa y Casa FOA (Nº11), desplegado a lo largo de un gran galpón de chapa con vista a todo el predio, y pegado al sector institucional de la Onabe. En materia de vivienda familiar, Pablo Chiappori recrea ambientes con aires escenográficos que prueban cuánta sofisticación pueden aportar los muros pintados de negro, y en la otra vereda, Jorge Muradas y Eliana Elesgaray apuestan a un loft menos barroco y más purista. Finalmente, las siete propuestas de paisajismo indican que vale todo mientras haya algo de verde: desde el yuyo salvaje peinado por el viento hasta la topiaria o arbusto prolijamente recortado a tijera de podar.
Espacio 32
El estudio Paula Herrero Arquitectos fue elegido por segunda vez ganador de la beca DArA, lo que le permitió participar en esta edición de Casa FOA con su proyecto Gran Comedor de una Bodega, que representa una bóveda con un lugar para degustación de vinos. En la realización se aprovechó una bóveda de ladrillo de cañón corrido, y también la antigua función del emplazamiento, que primero fue galpón para el almacenamiento de viaductos ferroviarios y luego para productos vitivinícolas. Los protagonistas del espacio son una larga mesa de mármol negro y sillones Egg, diseño de Arne Jacobsen, además de lámparas, barriles de vino, etcétera.
Espacio 47, paisajismo
Para este espacio verde SuSy y Martín Gicovate, paisajista y arquitecto, se inspiraron en la metáfora del tren, y pensaron el predio como una pequeña plaza o extensión verde que acompaña la vereda de circulación del público que visita la muestra. Para eso recuperaron un tramo de las viejas vías que atraviesan el sector, convirtiéndolas en un curso de agua, junto con distintos tratamientos de solados y plantaciones que al circular le dan al transeúnte la sensación de movimiento, de estar caminando por un campo con sembrados donde pastan vacas y atravesado por un río-tren. Agregaron un conjunto de puentes de madera que cruzan el agua.
Datos útiles
Fecha: desde el 28 de septiembre hasta el 25 de noviembre
Lugar: Godoy Cruz 2562
Entrada general: $ 20. Lunes y martes, entradas para jubilados y estudiantes, $ 12
Horario: de 11 a 20, todos los días
Más información por el 4776-600
www.casafoa.com
Datos útiles
Fecha: desde el 28 de septiembre hasta el 25 de noviembre
Lugar: Godoy Cruz 2562
Entrada general: $ 20. Lunes y martes, entradas para jubilados y estudiantes, $ 12
Horario: de 11 a 20, todos los días
Más información por el 4776-600
www.casafoa.com
La verdad que una vergüenza, destruir ese taller y alistamiento de locomotoras y esa porqueria, no tiene perdón de dios, y esos arquitectos le tendría que volar la cabeza, destruir un patrimonio historico ferroviario, en esa universidad y todo eso.
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