Casa Heliconia - Arquitecto Javier Muñoz
Esta casa mexicana hace de la transparencia su mayor virtud para conseguir que el jardín, con una importante plantación de heliconias, forme parte del interior. Además, el arquitecto que la proyectó ha tenido muy en cuenta las condiciones climatológicas.
El arquitecto Javier Muñoz, de Muñoz Arquitectos Asociados, es el responsable de esta casa mexicana formada por dos cuerpos centrales: un volumen principal, rectangular, con dos niveles, que da cabida a la vivienda propiamente dicha y otro cuerpo, de un solo piso, que alberga el pabellón de invitados.
La puerta principal es una hoja practicable de cristal templado que permite el paso de la luz al interior. Está rodeada por una retícula de bloques de vidrio que se prolonga hacia el segundo nivel por encima de la marquesina. A ras de suelo –pavimentado en mármol travertino pulido–, una ventana ilumina el salón y le brinda un extra de aire fresco procedente del jardín.
El arquitecto Javier Muñoz, de Muñoz Arquitectos Asociados, es el responsable de esta casa mexicana formada por dos cuerpos centrales: un volumen principal, rectangular, con dos niveles, que da cabida a la vivienda propiamente dicha y otro cuerpo, de un solo piso, que alberga el pabellón de invitados.
Sus palabras definen con precisión el espíritu de la construcción y los pilares sobre los que se asienta: «Un proyecto de impecable modernidad que rescata características tradicionales de la arquitectura mexicana: la luz bien entendida, los materiales bien aplicados y las actividades bien resueltas».
En primer lugar, si hablamos de la iluminación, esta idea nos remite al objetivo principal del proyecto: «Que los jardines se pudieran ver desde todos los ambientes», comenta Muñoz. El propietario es un gran aficionado a la jardinería y se dedica al cultivo de heliconias —un género que agrupa a más de 100 especies de plantas tropicales—, de las que posee hasta 75 variedades diferentes y que han dado nombre a la casa. Por eso, era primordial que el exterior formara parte esencial del interiorismo y quedara integrado como un elemento decorativo más.
Con este fin, grandes cristaleras recorren de suelo a techo y longitudinalmente la fachada. Aunque hay que advertir que la orientación de la edificación fue también un factor clave. ¿Por qué? La vivienda se levanta en las cercanías de Mérida, en la provincia de Yucatán, «con 47º C a la sombra asegurados. Por ello, es la fachada norte la que se abre más al exterior por ser la menos castigada por el sol».
El segundo pilar del proyecto radica en los acabados usados. Predominan piedra, vidrio y acero: «Una combinación de materiales frescos que se adapta muy bien al clima tórrido», indica el arquitecto. En cuanto a la distribución y organización de espacios, «una petición más de los propietarios fue que la piscina penetrara en la vivienda para poder disfrutarla a cualquier hora», prosigue Muñoz.
Como éste, otro de los sitios preferidos para recibir amigos es la cocina. Funciona como el corazón de la casa al estar ubicada estratégicamente en la unión de la vivienda principal y la de invitados. El juego de volúmenes, la transparencia de cristaleras y puertas de paso, y la ausencia de adornos hacen de la Casa de las Heliconias un edificio elegante y austero que se rinde al paisaje.
Vista nocturna de la cara norte de la vivienda, una construcción transparente que se asoma al jardín. En primer término, la piscina, cuyo vaso –construido en hormigón natural para que refleje tonos verdes o turquesas según la estación del año– se interna en el porche buscando la sombra.
Una marquesina de 11 m de longitud une los dos volúmenes, levantados en paralelo, que componen la construcción: a un lado, el edificio de invitados y al otro, la vivienda principal, de dos plantas.
Una terraza con acceso directo desde el cuarto dedicado a ver la televisión se abre al jardín. Se ha proyectado de forma volada con un objetivo: proporcionar sombra a la piscina, a la que se asoma desde arriba.
El comedor sigue el estilo minimalista presente en toda la vivienda. Compuesto por una mesa de vidrio templado y una sillería de factura depurada que reafirma el mismo concepto estético, se compró en Le Bazar de L’Hôtel de Ville de París.
El salón, a doble altura, mira al jardín a través de una cristalera continua que recorre longitudinalmente la fachada norte, la más sombreada de la casa. Se ha concebido como un ambiente diáfano en el que el área de estar comparte espacio con el comedor. En la planta superior se expone una colección de pintura cubana.
La cocina se ha equipado con muebles bajos que ganan espacio y cuenta con una ventana panorámica que introduce el jardín tropical en el interior.
La placa de cocción se ha instalado en una isla central diseñada por los propietarios y realizada a medida por el escultor Miguel Suárez. La encimera es de granito negro de Brasil.
El gimnasio es un ambiente proyectado al aire libre que está flanqueado por dos paramentos revestidos con piedra volcánica de Huichapa (México). Esta zona se completa con piezas de mobiliario de diseño ligero que potencian la sensación de amplitud.
La sala de televisión, situada en el nivel superior del salón, comunica visualmente con el exterior a través de una amplia cristalera de suelo a techo. La barandilla es un diseño ligero en acero inoxidable pulido ideado por los dueños. Abajo, junto al comedor, aparador negro en acabado brillante adquirido en Le Bazar de L’Hôtel de Ville de París.
El dormitorio se ha ideado como una suite con baño independiente. En la zona de estar, un mueble bajo acoge el televisor y una colección de cajitas de música de Fabergé.
De la pared cuelga una serie de pinturas rusas. Una pareja de butacas originales de los años cincuenta recuperadas marcan la transición entre esta área de relax y las camas, situadas en la pared opuesta.
El cuarto de baño está revestido íntegramente con baldosas de mármol travertino. Los dueños se encargaron de diseñar el doble lavamanos en un solo plano, una idea que añade profundidad. La estancia, sin ventanas, recibe luz natural y ventilación por un tragaluz.
hola que tal , la verdad es una casa muy bonita, y con mucha luz,ya que es el principal tema, pero hace falta un poco mas de color,en las habitaciones, en el baño esta muycargado de marmol,aunque es muy padre, se que el minimalismo ,menos es mas, pero no quiere decir que no llevara nada de color, simplemente encontrar bien como llevar a cabo ese colo y aplicarlo sin meter muchos colores.
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