Edificio Alto de los Pinos - Rogelio Salmona

El proyecto se encuentra ubicado al norte de Bogotá, en el piedemonte, en un terreno, cuya problemática no radicaba únicamente en el área del lote o en la normativa urbanística, sino en la pendiente del suelo (aproximadamente 60°).

La existencia de siete majestuosos pinos fue determinante para su diseño. Por esta razón el edificio se divide en dos bloques simétricos escalonados, casi paralelos, articuladas por un vacío que contiene dichos árboles, para permitir que la naturaleza formara parte integral en la composición arquitectónica.

Este gran espacio central, queda como vestigio de lo que fue ese lugar agreste, sombrío, que invita a aventurarse por una escalera sinuosa, resultado del respeto a las raíces de los pinos.

Cada bloque tiene accesos independientes, en la parta baja y alta del terreno. En la parte alta se une por corredores que, a manera de puentes, permiten el acceso a los apartamentos de los niveles superiores y sirven de mirador al paisaje de la ciudad que se despliega en todo su esplendor.

En la parte baja, un vestíbulo muy transparente sirve de unión entre los dos bloques y, a su vez, magnifica la grandeza de la naturaleza que se presenta imponente en su camino vertical.

Los apartamentos escalonados siguen la pendiente, proyectándose al exterior por medio de terrazas, también escalonadas, que generan una volumetría que enfatiza la inclinación del lugar.

Unas chimeneas adheridas al volumen se elevan, insinuando la verticalidad y el esfuerzo necesarios para dominar el cerro, además de ser indicio del trabajo manual. Estas chimeneas esbeltas, altas, imponentes, que acentúan la verticalidad, como queriendo unirse con el cielo.

Y, en contraste con el cielo azul, el ladrillo (material privilegiado en la obra de Rogelio Salmona) no constituye una elección ligada exclusivamente a razones económicas, ya que al ser un elemento nacido de los cerros, la mampostería entabla un diálogo con el paisaje.