Residencia St. Hubert - naturehumaine
El estudio de arquitectura naturehumaine [architecture+design], formado por Stéphane Rasselet y Marc-André Plasse, no lo tuvo fácil a la hora de llevar a cabo la rehabilitación de esta vivienda que pasó de ser un lugar obsoleto y anticuado a una casa que, a pesar de tener sólo 75 m2, ofrece una rica experiencia espacial con espacios generosos y llenos de luz.
En un principio, los propietarios quisieron ampliar su casa añadiendo un segundo piso a la estructura existente, pero el mal estado de los fundamentos convirtió en inviable esta opción. Así que los arquitectos estudiaron la posibilidad de construir una extensión en el patio trasero. Y de nuevo surgieron complicaciones. Por una parte, el Ayuntamiento prohibió edificar por encima del techo existente, y por otro, se descubrió la existencia de una enorme roca que haría que la nueva cimentación resultase muy cara.
Sin embargo, todos estos impedimentos sirvieron para desarrollar una solución poco convencional, pero que resultaba asequible: distribuir los espacios en varios niveles para conseguir las habitaciones deseadas, con un impresionante salón-comedor a doble altura y una generosa entrada de luz natural.
La primera acción que se llevó a cabo fue bajar el nuevo comedor al nivel de la terraza exterior y vincularlo con la cocina y una habitación a través de un gran espacio abierto. Suspendido sobre el comedor, un cubo se adelanta del dormitorio principal y se asoma sobre el comedor. Mientras tanto, una claraboya en el techo asegura que la luz solar directa ilumine esta zona durante todo el día. La cocina se organiza en torno a un gran mostrador central que se convierte en el foco de la vida social de la casa.
Para poder cumplir con el muy ajustado presupuesto, los materiales seleccionados se dejaron deliberadamente en crudo y sin tratar, de forma que proporcionan un aire de autenticidad a la casa. El suelo se pavimentó en su mayoría con madera de arce encerada, mientras que en el comedor se utilizaron paneles de fibrocemento. La estructura original del techo se dejó vista y se pintó de blanco para ganar luminosidad en los interiores.
En el exterior, la fachada posterior se cubrió de tablones de pino negro con planchas de acero corrugado con acabado galvanizado, que entra en contraste cromático con el interior de la vivienda.
Ficha técnica:
Proyecto: Residencia St. Hubert.
Localización: calle St. Hubert, Montreal (Canadá).
Año: 2009-2010.
Arquitectos: naturehumaine [architecture+design].
Equipo de diseño: Stéphane Rasselet, Marc-André Plasse, Amélie Melaven, Olivier Lajeunesse-Travers, Anne-Marie Nguyen.
Fotografías: Marc-André Plasse.
FUENTE: BLOGYDECO
En un principio, los propietarios quisieron ampliar su casa añadiendo un segundo piso a la estructura existente, pero el mal estado de los fundamentos convirtió en inviable esta opción. Así que los arquitectos estudiaron la posibilidad de construir una extensión en el patio trasero. Y de nuevo surgieron complicaciones. Por una parte, el Ayuntamiento prohibió edificar por encima del techo existente, y por otro, se descubrió la existencia de una enorme roca que haría que la nueva cimentación resultase muy cara.
Sin embargo, todos estos impedimentos sirvieron para desarrollar una solución poco convencional, pero que resultaba asequible: distribuir los espacios en varios niveles para conseguir las habitaciones deseadas, con un impresionante salón-comedor a doble altura y una generosa entrada de luz natural.
La primera acción que se llevó a cabo fue bajar el nuevo comedor al nivel de la terraza exterior y vincularlo con la cocina y una habitación a través de un gran espacio abierto. Suspendido sobre el comedor, un cubo se adelanta del dormitorio principal y se asoma sobre el comedor. Mientras tanto, una claraboya en el techo asegura que la luz solar directa ilumine esta zona durante todo el día. La cocina se organiza en torno a un gran mostrador central que se convierte en el foco de la vida social de la casa.
Para poder cumplir con el muy ajustado presupuesto, los materiales seleccionados se dejaron deliberadamente en crudo y sin tratar, de forma que proporcionan un aire de autenticidad a la casa. El suelo se pavimentó en su mayoría con madera de arce encerada, mientras que en el comedor se utilizaron paneles de fibrocemento. La estructura original del techo se dejó vista y se pintó de blanco para ganar luminosidad en los interiores.
En el exterior, la fachada posterior se cubrió de tablones de pino negro con planchas de acero corrugado con acabado galvanizado, que entra en contraste cromático con el interior de la vivienda.
Ficha técnica:
Proyecto: Residencia St. Hubert.
Localización: calle St. Hubert, Montreal (Canadá).
Año: 2009-2010.
Arquitectos: naturehumaine [architecture+design].
Equipo de diseño: Stéphane Rasselet, Marc-André Plasse, Amélie Melaven, Olivier Lajeunesse-Travers, Anne-Marie Nguyen.
Fotografías: Marc-André Plasse.
FUENTE: BLOGYDECO
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