Casa Lago en el Cielo - David Ramírez Arquitectos
La casa ¨Lago en el Cielo¨ es un proyecto de vivienda unifamiliar ubicado a menos de 30 minutos de Medellín, Colombia.
Esta vivienda proyectada en dos niveles disfruta de una vista privilegiada sobre el Embalse de la Fe y su emplazamiento dentro del terreno fue concebido para mantener el contacto permanente con la naturaleza.
Al llegar al predio, la casa no se presenta de inmediato; hay que buscarla abajo con la mirada, en parte porque el paisaje distrae y en parte porque sigue estando abrazada por la montaña, es como si quisiera mirar sin ser vista.
En primera instancia se reconoce desde afuera una volumetría ortogonal. Cuenta con una proporción moderada y una fachada tranquila. Casi toda la piel enchapada con piezas prefabricadas de cemento, similares a la pizarra negra; densidad que se ve equilibrada por los grandes ventanales y cierto juego de formas, recortando cubos, superponiendo volúmenes que le aportan levedad.
El ingreso principal a la edificación se hace por el nivel superior, en donde una puerta de teca maciza, pivotada, de gran envergadura se abre sobre un pequeño vestíbulo seguido del salón que comparten la cocina abierta, comedor, baño social y sala. En este nivel también se encuentra una habitación con baño y vestier. Todo el espacio goza de la visual, siempre protagonista, ingresada en el interior gracias a los enormes ventanales que dan paso a la terraza superior.
Al nivel inferior se llega a través de un pasillo que por sus características de iluminación, ritmos y proporción invita a un recorrido descendente, guiado por la luz que entra a través de vanos sobredimensionados que juegan en un ritmo de verticalidades, acompañando a paso pausado al visitante, encuadrando el remate visual de una ventana de iguales proporciones a las anteriores, pero mayor en tamaño, que enmarca una parte de la obra: la vegetación exterior.
Cada uno de estos vanos, que en el exterior son composición, ofrecen ahora en el interior un ¨mobiliario estático¨: sillar, jambas y dintel de la misma profundidad dispuestos a una conveniente altura de asiento, estimula a quedarse, a conversar mientras se hojea algún libro de la biblioteca incrustada bajo los marcos.
En el nivel inferior se encuentra casi oculto el dormitorio principal. Esta generosamente dotado de ventanales corredizos que se empotran en los gruesos muros bolsillo, al abrirlos la habitación reclama para sí el área de la terraza privada, la que se perfora para dar lugar a un árbol nativo, habitante original del lote.
Un muro texturizado con piedra laminar tipo San Andres separa la alcoba del baño, que cuenta con un gran ventanal de piso a techo, es un espacio más de esta casa que se vuelca al placer de los sentidos: el goce de bañarse bajo la luz natural.
La casa en el interior es sosegada, con materiales comunes como madera, piedra, cemento a la vista. Amoblada con algunas piezas clásicas como la silla Barcelona,3 la silla Eames Longue,4 o el sillón largo LC4, con las que hace honor a la herencia de arquitectos representativos de la arquitectura moderna, como Miesvan der Rohe y Le Corbusier.
La imagen exterior tuvo su momento en el proyecto, pero no lo era todo; fue más bien el resultado del adentro, de los espacios y recorridos hechos para las actividades humanas, así como también los materiales y recubrimientos con los que se hicieron, elaborando en conjunto la volumetría general.
Arquitectos: David Ramírez Arquitectos
Ubicación: El Retiro, Colombia
Área: 352.0 m2
Año Proyecto: 2009
Fotografías: Camilo Duque
Proveedores: Calorcol, Inmunizar, Facolcreto
Esta vivienda proyectada en dos niveles disfruta de una vista privilegiada sobre el Embalse de la Fe y su emplazamiento dentro del terreno fue concebido para mantener el contacto permanente con la naturaleza.
Al llegar al predio, la casa no se presenta de inmediato; hay que buscarla abajo con la mirada, en parte porque el paisaje distrae y en parte porque sigue estando abrazada por la montaña, es como si quisiera mirar sin ser vista.
En primera instancia se reconoce desde afuera una volumetría ortogonal. Cuenta con una proporción moderada y una fachada tranquila. Casi toda la piel enchapada con piezas prefabricadas de cemento, similares a la pizarra negra; densidad que se ve equilibrada por los grandes ventanales y cierto juego de formas, recortando cubos, superponiendo volúmenes que le aportan levedad.
El ingreso principal a la edificación se hace por el nivel superior, en donde una puerta de teca maciza, pivotada, de gran envergadura se abre sobre un pequeño vestíbulo seguido del salón que comparten la cocina abierta, comedor, baño social y sala. En este nivel también se encuentra una habitación con baño y vestier. Todo el espacio goza de la visual, siempre protagonista, ingresada en el interior gracias a los enormes ventanales que dan paso a la terraza superior.
Al nivel inferior se llega a través de un pasillo que por sus características de iluminación, ritmos y proporción invita a un recorrido descendente, guiado por la luz que entra a través de vanos sobredimensionados que juegan en un ritmo de verticalidades, acompañando a paso pausado al visitante, encuadrando el remate visual de una ventana de iguales proporciones a las anteriores, pero mayor en tamaño, que enmarca una parte de la obra: la vegetación exterior.
Cada uno de estos vanos, que en el exterior son composición, ofrecen ahora en el interior un ¨mobiliario estático¨: sillar, jambas y dintel de la misma profundidad dispuestos a una conveniente altura de asiento, estimula a quedarse, a conversar mientras se hojea algún libro de la biblioteca incrustada bajo los marcos.
En el nivel inferior se encuentra casi oculto el dormitorio principal. Esta generosamente dotado de ventanales corredizos que se empotran en los gruesos muros bolsillo, al abrirlos la habitación reclama para sí el área de la terraza privada, la que se perfora para dar lugar a un árbol nativo, habitante original del lote.
Un muro texturizado con piedra laminar tipo San Andres separa la alcoba del baño, que cuenta con un gran ventanal de piso a techo, es un espacio más de esta casa que se vuelca al placer de los sentidos: el goce de bañarse bajo la luz natural.
La casa en el interior es sosegada, con materiales comunes como madera, piedra, cemento a la vista. Amoblada con algunas piezas clásicas como la silla Barcelona,3 la silla Eames Longue,4 o el sillón largo LC4, con las que hace honor a la herencia de arquitectos representativos de la arquitectura moderna, como Miesvan der Rohe y Le Corbusier.
La imagen exterior tuvo su momento en el proyecto, pero no lo era todo; fue más bien el resultado del adentro, de los espacios y recorridos hechos para las actividades humanas, así como también los materiales y recubrimientos con los que se hicieron, elaborando en conjunto la volumetría general.
Arquitectos: David Ramírez Arquitectos
Ubicación: El Retiro, Colombia
Área: 352.0 m2
Año Proyecto: 2009
Fotografías: Camilo Duque
Proveedores: Calorcol, Inmunizar, Facolcreto
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