Dúplex en la playa - Lluesma Interiorismo / Chiralt Arquitectos
El proyecto de Rubén Lluesma del estudio de decoración Lluesma Interiorismo, en colaboración con Chiralt Arquitectos, consistió en unir dos dúplex situados en la primera línea de playa de Moncofa (Castellón) y convertirlos en un apartamento de verano, fresco, con amplios espacios y una gran vista hacia el mar. Y lo que, en principio, iba a ser un proyecto de interiorismo, acabó convirtiéndose también en un proyecto de arquitectura.
Se planteó un nuevo concepto de vivienda donde todo estaba diseñado a gran escala. Disponer de espacios amplios permitió jugar con diferentes alturas, conjugar volumétricamente los elementos y crear un espacio singular. Conscientes de ello, los responsables del proyecto no escatimaron en metros y concibieron la zona de día como una misma unidad donde el comedor, la sala de estar y la cocina, tres estancias realmente amplias, comparten un mismo ambiente.
No dudaron en construir una enorme cocina con una isla muy alargada, delimitada por un cristal en forma de “L” que cierra el conjunto, protegiendo de humos y ruidos al resto de la casa. En la zona de salón-comedor, los pilares centrales desaparecen integrándose en una librería a modo de filtro, realizada en la misma madera elegida para resaltar la zona de noche.
Una gran caja de abedul, como elemento volumétrico diferenciador, reconforta con su calidez el espacio y alberga las zonas más privadas o íntimas como el dormitorio, los baños y la línea de armarios que recorre todo el pasillo y dota de una gran capacidad de almacenaje a la vivienda.
En esta caja se apoya la escalera, realizada con peldaños volados de piedra natural. El concepto clásico de barandilla fue olvidado y sustituido por un gran cristal que recorre todo el hueco para convertirse en la barandilla de la planta superior.
Piedras grises naturales recubren el suelo bajo la escalera y hacen un guiño a la naturaleza que se divisa a través de la gran corredera que abre la vivienda a la terraza, al mar. De hecho, el mar es un elemento importante en el diseño de este espacio, el que todo parece estar creado para su disfrute.
Así, la zona de día se abre al horizonte permitiendo el diálogo entre interior y exterior, creando la sensación de que la propia naturaleza se adentra en la casa. La jardinera, realizada con plancha plegada de hierro, iluminada con LED y ajardinada con cañas de bambú, oculta la balaustrada y permite la entrada de la brisa marina, al mismo tiempo que invita a disfrutar de las impresionantes vistas.
En la planta superior, donde se ubica la habitación principal dotada con baño, vestidores, sala de espera y terraza, las vistas no hacen más que mejorar si, además, se pueden disfrutar desde la cama, una tumbona o simplemente desde la sensación refrescante de una ducha ubicada en la terraza.
Proyecto: Dúplex en la playa.
Localización: Moncofa (Castellón / España).
Año: 2013.
Diseño interior: Lluesma Interiorismo.
Arquitectura: Jaume Chiralt (Chiralt Arquitectos).
Superficie total construida: 277 m2.
Superficie terrazas: 110 m2.
Cocina: Aral de Baab Espacios.
Materiales: escalera (piedra Travertino de Teruel de 8 cm), cocina (cristal blanco mate en las puertas del mobiliario y Staron en la isla de trabajo), pavimento porcelánico gris claro efecto hormigón, madera de abedul, terrazas (madera tecnológica fabricada con polietileno reciclado de alta densidad) y tarima de polietileto de alta densidad.
Mobiliario interior: mesa Spyder de Cattelan Italia, sillón lineal de Andrew World, cama tapizada de Joquer, mueble suspendido lacado blanco de MisuraEmme,
Mobiliario exterior: tumbona Na Xemena y mesa baja de Gandia Blasco, sillón Sereno de 21s, sofá Frame de Vondom, mesa Pada de Gandia Blasco, sillón Toy de Driade.
Iluminación decorativa: lámpara Tolomeo de Artemide, plafón Big de Vibia.
Iluminación arquitectónica: módulo empotrado Algoritmo System de Artemide.
Todos el mobiliario y la iluminación han sido suministrados por Muebles Lluesma.
Fotografías: Eva Pérez.
via: www.interioresminimalistas.com
Se planteó un nuevo concepto de vivienda donde todo estaba diseñado a gran escala. Disponer de espacios amplios permitió jugar con diferentes alturas, conjugar volumétricamente los elementos y crear un espacio singular. Conscientes de ello, los responsables del proyecto no escatimaron en metros y concibieron la zona de día como una misma unidad donde el comedor, la sala de estar y la cocina, tres estancias realmente amplias, comparten un mismo ambiente.
No dudaron en construir una enorme cocina con una isla muy alargada, delimitada por un cristal en forma de “L” que cierra el conjunto, protegiendo de humos y ruidos al resto de la casa. En la zona de salón-comedor, los pilares centrales desaparecen integrándose en una librería a modo de filtro, realizada en la misma madera elegida para resaltar la zona de noche.
Una gran caja de abedul, como elemento volumétrico diferenciador, reconforta con su calidez el espacio y alberga las zonas más privadas o íntimas como el dormitorio, los baños y la línea de armarios que recorre todo el pasillo y dota de una gran capacidad de almacenaje a la vivienda.
En esta caja se apoya la escalera, realizada con peldaños volados de piedra natural. El concepto clásico de barandilla fue olvidado y sustituido por un gran cristal que recorre todo el hueco para convertirse en la barandilla de la planta superior.
Piedras grises naturales recubren el suelo bajo la escalera y hacen un guiño a la naturaleza que se divisa a través de la gran corredera que abre la vivienda a la terraza, al mar. De hecho, el mar es un elemento importante en el diseño de este espacio, el que todo parece estar creado para su disfrute.
Así, la zona de día se abre al horizonte permitiendo el diálogo entre interior y exterior, creando la sensación de que la propia naturaleza se adentra en la casa. La jardinera, realizada con plancha plegada de hierro, iluminada con LED y ajardinada con cañas de bambú, oculta la balaustrada y permite la entrada de la brisa marina, al mismo tiempo que invita a disfrutar de las impresionantes vistas.
En la planta superior, donde se ubica la habitación principal dotada con baño, vestidores, sala de espera y terraza, las vistas no hacen más que mejorar si, además, se pueden disfrutar desde la cama, una tumbona o simplemente desde la sensación refrescante de una ducha ubicada en la terraza.
Proyecto: Dúplex en la playa.
Localización: Moncofa (Castellón / España).
Año: 2013.
Diseño interior: Lluesma Interiorismo.
Arquitectura: Jaume Chiralt (Chiralt Arquitectos).
Superficie total construida: 277 m2.
Superficie terrazas: 110 m2.
Cocina: Aral de Baab Espacios.
Materiales: escalera (piedra Travertino de Teruel de 8 cm), cocina (cristal blanco mate en las puertas del mobiliario y Staron en la isla de trabajo), pavimento porcelánico gris claro efecto hormigón, madera de abedul, terrazas (madera tecnológica fabricada con polietileno reciclado de alta densidad) y tarima de polietileto de alta densidad.
Mobiliario interior: mesa Spyder de Cattelan Italia, sillón lineal de Andrew World, cama tapizada de Joquer, mueble suspendido lacado blanco de MisuraEmme,
Mobiliario exterior: tumbona Na Xemena y mesa baja de Gandia Blasco, sillón Sereno de 21s, sofá Frame de Vondom, mesa Pada de Gandia Blasco, sillón Toy de Driade.
Iluminación decorativa: lámpara Tolomeo de Artemide, plafón Big de Vibia.
Iluminación arquitectónica: módulo empotrado Algoritmo System de Artemide.
Todos el mobiliario y la iluminación han sido suministrados por Muebles Lluesma.
Fotografías: Eva Pérez.
via: www.interioresminimalistas.com
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