Casa en Marbella
Cual atalaya, esta casa mira al horizonte desde su particular arquitectura de espacios abiertos. Su decoración, muy vivida, se nutre de influencias mexicanas que conviven con obras de arte.
El porche se prolonga hasta la piscina; allí el color verde de la vegetación y de las variedades de cactus que rodean la casa se mezcla con el terracota del suelo y de las macetas, una combinación que nos traslada a los típicos patios mexicanos.
Esta casa situada en la sierra marbellí es el fiel reflejo de la personalidad de su propietario, el fotógrafo alemán Frank Westermann. Amante del arte, sus fotografías pueblan las paredes de su hogar junto a numerosas obras de colegas y piezas muy dispares, adquiridas en sus viajes. El exterior del chalet exhibe influencias mexicanas e ibicencas, mientras que el interior es un escaparate de personalidad.
No faltan los recursos prácticos, como no podía ser de otra manera en una vivienda pensada para el disfrute. Los espacios se abrieron y comunicaron entre sí para conseguir que la seductora luz del sur alcanzara todos los rincones; incluso las puertas correderas, utilizadas sólo para independizar determinadas estancias, permiten que la luminosidad se cuele a través de la filigrana de sus celosías. Los muebles, sobrios, se compensan con una mimada selección de objetos decorativos.
El porche se prolonga hasta la piscina; allí el color verde de la vegetación y de las variedades de cactus que rodean la casa se mezcla con el terracota del suelo y de las macetas, una combinación que nos traslada a los típicos patios mexicanos.
Esta casa situada en la sierra marbellí es el fiel reflejo de la personalidad de su propietario, el fotógrafo alemán Frank Westermann. Amante del arte, sus fotografías pueblan las paredes de su hogar junto a numerosas obras de colegas y piezas muy dispares, adquiridas en sus viajes. El exterior del chalet exhibe influencias mexicanas e ibicencas, mientras que el interior es un escaparate de personalidad.
Desde la entrada se suceden la cocina, el salón —abierto visualmente al jardín a través de amplios ventanales— y el comedor, que a su vez comunica de nuevo con la cocina en una dinámica estructura circular.
En la primera planta se encuentran el despacho y el dormitorio principal. El pequeño salón se organiza alrededor de una chimenea adornada con piezas de diverso estilo, que aportan singularidad a la decoración. La madera y el hierro comparten un protagonismo que se traduce en sillas y butacas de aire retro y en diferentes mesas.
No faltan los recursos prácticos, como no podía ser de otra manera en una vivienda pensada para el disfrute. Los espacios se abrieron y comunicaron entre sí para conseguir que la seductora luz del sur alcanzara todos los rincones; incluso las puertas correderas, utilizadas sólo para independizar determinadas estancias, permiten que la luminosidad se cuele a través de la filigrana de sus celosías. Los muebles, sobrios, se compensan con una mimada selección de objetos decorativos.
La pasión por el arte, patente en todas las estancias, también tiene su lugar en el dormitorio principal, donde a las evocadoras fotografías del propietario se une el diseño del puf de la artista Wiona Golubinsky. La ausencia de ornamentos es imprescindible para crear sensación de calma, una premisa que comparten la habitación y el baño, que proyecta su agradable juego de luces y sombras nada más abrir las puertas correderas. Todos los detalles decorativos y arquitectónicos son los responsables de crear una atmósfera selecta, sin artificios.
Ideas:
- La decoración de cada estancia se organiza en torno a una pieza única, ubicada con intención en un lugar preciso, una obra artística que acapara la atención y alrededor de la cual giran el resto de elementos.
- En este proyecto se han dejado a un lado los convencionalismos y el diseño predominante, y son los guiños al pasado los que determinan los ambientes, en una mezcla perfecta de calidez con dosis retro.
- La decoración de cada estancia se organiza en torno a una pieza única, ubicada con intención en un lugar preciso, una obra artística que acapara la atención y alrededor de la cual giran el resto de elementos.
- En este proyecto se han dejado a un lado los convencionalismos y el diseño predominante, y son los guiños al pasado los que determinan los ambientes, en una mezcla perfecta de calidez con dosis retro.
FUENTE: BLOGYDECO
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