Vivienda en Somoboo - Eduardo Fdez.-Abascal Teira y Florentina Muruzábal Sitges
La casa se localiza en una urbanización, situada al otro lado de la bahía, en una ladera orientada hacia la ría de Cubas. El acceso a la parcela se realiza desde un vial paralelo a las curvas de nivel, en la cota inferior, coincidiendo con la buena orientación y las vistas.
Mientras que algunos proyectos tienen un complejo desarrollo con dibujos de diferentes alternativas, éste surgió de manera natural tras la primera visita al lugar con la propiedad, en un atardecer de un día de fin de verano.
La organización de la casa surge de estas condiciones y utiliza un esquema conocido de planta en “L”, diferenciando en los dos cuerpos las zonas de día y noche, con la particularidad de disponer las dos alas, en dos alturas con un desnivel de una planta, facilitando la adaptación al terreno.
La topografía facilita que ambos cuerpos tengan una planta parcialmente bajorasante, destinada a los usos complementarios, que asoman en las fachadas orientadas al Sur, directamente o a través de un patio inglés. La solución permite obtener una notable superficie, con un impacto reducido, resolviendo el amplio programa planteado por la familia propietaria.
El acceso a la vivienda se provoca creando una calle interior, paralela al linde Este, que asciende por la ladera.
Desde un amplio e iluminado vestíbulo se accede a las diversas estancias del cuerpo del día, un gran salón acristalado, abierto al sur, el comedor, con un amplio porche/marquesina, la cocina y otros espacios de servicio.
Una escalera lineal comunica con la zona de noche, diferenciada en dos zonas, el dormitorio principal con un despacho, vestidor, baño y gimnasio, y otros dos dormitorios.
Bajo el cuerpo de día se dispone unas habitaciones de servicio, abiertas a un recogido patio inglés, con zonas de instalaciones, almacenaje y acceso independiente.
Bajo el otro cuerpo, al mismo nivel que la zona de día, se localiza el garaje, una estancia polivalente, y otros cuartos al servicio del jardín.
La parcela se ordena en tres plataformas escalonadas, el jardín principal, la zona inferior delimitada por una estrecha y larga piscina, y otra superior, en contacto con los dormitorios, prácticamente en el nivel del camino peatonal superior.
La relación de superposición entre los volúmenes elementales de los dos cuerpos y su contacto con el terreno, definen la forma de la casa. Los vuelos extremos de ambas piezas aumentan la plasticidad. Las fachadas traducen la organización interior, diferenciando alzados opacos o trasparentes, libres o modulados, considerando las orientaciones, las vistas y los sistemas constructivos.
Los espacios interiores gozan de la luz y del entorno. Las marquesinas, con cierto alarde estructural exceden los planos de fachada acotando el paisaje para transformarle en una estancia.
La elección de los materiales exteriores, hormigones tratados, revestimientos de aluminio, celosías de roble, y profusión de vidrios contribuyen a materializar la propuesta, acentuando la ligereza del cuerpo superior, que parece flotar. Los interiores se resuelven con materiales habituales, piedra caliza blanca, tillos de roble, pavimentos de caucho, pinturas al silicato…
El tratamiento de la urbanización, la cuidada elección del mobiliario, con diversas piezas de Ch. Perriand, J. Prouvé, S. Mouille… y las obras plásticas de O. Elliasson, S. Lewitt, Y. Nara, y J. Uslé entre otros, contribuyen a caracterizar la vivienda y a facilitar una vida confortable.
Arquitectos: Eduardo Fdez.-Abascal Teira y Florentina Muruzábal Sitges
Situación: Somoboo, Ribamontan al mar, España
Colaboradores: Manuel Díaz Pardo, Eduardo Ezquerra Muñoz, David Ceballos
Superficie construida: 690m2
Fecha de proyecto: 2005- 2008
Promotor: FF/ MJG
Constructor: Construcciones Sendalbo
Estructura: Miguel Terán
Fotos: Gabriel Fdez.-Abascal, Guillermo Fdez.-Abascal
Mientras que algunos proyectos tienen un complejo desarrollo con dibujos de diferentes alternativas, éste surgió de manera natural tras la primera visita al lugar con la propiedad, en un atardecer de un día de fin de verano.
Los primeros croquis insisten en la forma de posar la vivienda en la parcela, en el deseo de gozar de las hermosas vistas hacia el sur, con la lámina de agua de la ría en primer término y al fondo las montañas, y en la voluntad de tener un jardín bien orientado.
La organización de la casa surge de estas condiciones y utiliza un esquema conocido de planta en “L”, diferenciando en los dos cuerpos las zonas de día y noche, con la particularidad de disponer las dos alas, en dos alturas con un desnivel de una planta, facilitando la adaptación al terreno.
La topografía facilita que ambos cuerpos tengan una planta parcialmente bajorasante, destinada a los usos complementarios, que asoman en las fachadas orientadas al Sur, directamente o a través de un patio inglés. La solución permite obtener una notable superficie, con un impacto reducido, resolviendo el amplio programa planteado por la familia propietaria.
El acceso a la vivienda se provoca creando una calle interior, paralela al linde Este, que asciende por la ladera.
Desde un amplio e iluminado vestíbulo se accede a las diversas estancias del cuerpo del día, un gran salón acristalado, abierto al sur, el comedor, con un amplio porche/marquesina, la cocina y otros espacios de servicio.
Una escalera lineal comunica con la zona de noche, diferenciada en dos zonas, el dormitorio principal con un despacho, vestidor, baño y gimnasio, y otros dos dormitorios.
Bajo el cuerpo de día se dispone unas habitaciones de servicio, abiertas a un recogido patio inglés, con zonas de instalaciones, almacenaje y acceso independiente.
Bajo el otro cuerpo, al mismo nivel que la zona de día, se localiza el garaje, una estancia polivalente, y otros cuartos al servicio del jardín.
La parcela se ordena en tres plataformas escalonadas, el jardín principal, la zona inferior delimitada por una estrecha y larga piscina, y otra superior, en contacto con los dormitorios, prácticamente en el nivel del camino peatonal superior.
La relación de superposición entre los volúmenes elementales de los dos cuerpos y su contacto con el terreno, definen la forma de la casa. Los vuelos extremos de ambas piezas aumentan la plasticidad. Las fachadas traducen la organización interior, diferenciando alzados opacos o trasparentes, libres o modulados, considerando las orientaciones, las vistas y los sistemas constructivos.
Los espacios interiores gozan de la luz y del entorno. Las marquesinas, con cierto alarde estructural exceden los planos de fachada acotando el paisaje para transformarle en una estancia.
La elección de los materiales exteriores, hormigones tratados, revestimientos de aluminio, celosías de roble, y profusión de vidrios contribuyen a materializar la propuesta, acentuando la ligereza del cuerpo superior, que parece flotar. Los interiores se resuelven con materiales habituales, piedra caliza blanca, tillos de roble, pavimentos de caucho, pinturas al silicato…
El tratamiento de la urbanización, la cuidada elección del mobiliario, con diversas piezas de Ch. Perriand, J. Prouvé, S. Mouille… y las obras plásticas de O. Elliasson, S. Lewitt, Y. Nara, y J. Uslé entre otros, contribuyen a caracterizar la vivienda y a facilitar una vida confortable.
Arquitectos: Eduardo Fdez.-Abascal Teira y Florentina Muruzábal Sitges
Situación: Somoboo, Ribamontan al mar, España
Colaboradores: Manuel Díaz Pardo, Eduardo Ezquerra Muñoz, David Ceballos
Superficie construida: 690m2
Fecha de proyecto: 2005- 2008
Promotor: FF/ MJG
Constructor: Construcciones Sendalbo
Estructura: Miguel Terán
Fotos: Gabriel Fdez.-Abascal, Guillermo Fdez.-Abascal
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