Villa Roling - Paul de Ruiter

Los clientes de la villa Röling son apasionado coleccionistas de arte. Les encanta estar rodeados de obras de arte. Por lo tanto, su principal deseo en cuanto a su nueva vivienda es que haría justicia a su colección de pinturas y esculturas.

Sin embargo, la ubicación de su casa, al borde del lago Westeinderplas, es tan esplendida que por ningún motivo hacer un circuito cerrado lleno de paredes para tener mucho espacio en donde colgar las pinturas fue una elección, limitando así la vista de los alrededores. La vista del lago y el jardín debe ser máxima. Por lo tanto, se decidió diseñar dos volúmenes, un volumen de cristal transparente con vistas al lago y el jardín, y un volumen ”flotante” una caja de madera encima para las obras de arte.

La planta baja consta de una serie de espacios ordenados como un museo, ofreciendo diferentes puntos de vista del lago y los alrededores. La fachada de vidrio en general se repliega casi invisiblemente en torno a los espacios y crea un contorno que, junto con la estructura contribuye gentilmente a variar la incidencia de la luz. En el exterior, en la fachada de cristal, hay telas que pueden ser removidas.

La caja de madera en la parte superior tiene varias aberturas grandes. En el centro de la casa hay un espacio vacío con una claraboya y las cuatro fachadas tienen una gran ventana. En los dos extremos de la estructura se encuentran las habitaciones con mayores visuales de la naturaleza que lo rodea.