Casa Vol - Estudio BaBo
El proyecto desarrolla la actualización programática y rehabilitación constructiva de una vivienda unifamiliar entre medianeras de principios del siglo XX, ubicada en el barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
El pasaje dónde se encuentra la vivienda objeto de la rehabilitación es uno de los pocos subsistemas urbanos unitarios de la ciudad de Buenos Aires que se ha mantenido sin apenas modificaciones volumétricas, en su conjunto, hasta el día de hoy. Se trata de una agrupación lineal de viviendas unifamiliares que responden a una misma tipología de casa con patio contra medianera de fondo, desarrollada en tres crujías y de una sola planta, aunque posteriormente muchas de ellas, como en nuestro caso, tendieron a ocupar la terraza parcialmente para ubicar habitaciones de servicio o quinchos.
Aunque probablemente el lenguaje estilístico al que respondían de inicio también fuera unitario y basado en los cánones de la época, con el tiempo, las fachadas fueron sufriendo modificaciones hasta llegar al resultado ecléctico que podemos observar hoy. A pesar de ello siempre se respetaron las líneas básicas de composición y la proporción de vacíos y llenos inicial, manteniendo cierta unidad formal y el carácter doméstico, de corte casi suburbano, del pasaje.
Es por estos motivos por lo que en el momento de plantear la nueva vivienda no se optó por la demolición total de la construcción existente, a pesar de no tener ésta valor patrimonial per se. Se aborda el proyecto desde la reorganización programática necesaria dentro de la tipología dada y la puesta en valor de elementos singulares propios, sin caer en una restauración total.
El programa se desarrolla en dos plantas y una entreplanta parcial. La planta baja respeta las tres crujías existentes, aunque reorganiza la distribución para cumplir con las nuevas necesidades. El acceso a la vivienda tiene lugar a través de un recibidor previo y un espacio de distribución ubicados en la crujía central, la misma que alberga el patio contra la medianera de fondo. Este acceso genera una fuerte simetría en planta, potenciada por elementos como las puertas curvas que vierten sobre la habitación y la sala de estar. Éstas se mantienen, más como elementos evocadores que como recurso propiamente funcional.
Una de las crujías contiene los espacios de relación, sala de estar, comedor, cocina, entendiéndolos como una unidad, pero sugiriendo cierta independencia mediante el tratamiento diferenciado de los respectivos cielorrasos: se recupera el cielorraso original sobre el estar, de cenefa Beaux-Arts y se trabajan los dos restantes mediante un decrecido en complejidad hacia la cocina. Los elementos que conforman ésta última se colocan en sentido longitudinal a la crujía, potenciando la unidad espacial. En el patio y en continuidad se ubica la parrilla. La otra crujía contiene una habitación en suite que ventila al patio, la nueva escalera de acceso a la planta superior que enfatiza a su tiempo el espacio de distribución y la sala de juegos ventilando a la fachada.
Se recuperan los pavimentos existentes de “pinotea” y se sustituyen los cerámicos debido al mal estado de conservación. También se recuperan todas las puertas de la planta baja, de cedro de excelente calidad y factura. Subiendo la escalera accedemos a la entreplanta dónde se distribuye otra habitación con baño propio. Finalmente accedemos a la habitación principal, pensada como elemento completamente nuevo, que se despega de la distribución original de la planta baja y dónde se prioriza la relación con el exterior, mediante el uso de grandes superficies vidriadas, tanto sobre la fachada que da a la calle como con la terraza que se genera contra la medianera del fondo y que vierte sobre el patio central.
La construcción nueva que alberga la habitación principal de la casa se entiende como un volumen nuevo, posicionado para garantizar un buen asoleo y trabajado para proteger de la insolación directa desfavorable, generando un espacio semicubierto sobre le patio y un alero, continuo en todo su perímetro sobre la calle. Este volumen nuevo concentra la potencia formal de la intervención y genera el diálogo entre lo existente y lo nuevo. La intención de éste es la de actuar como remate de la fachada clásica sin perder su identidad contemporánea.
En cuánto a materialidad se ha buscado una integración sensorial mediante el uso de una paleta limitada y homogénea de materiales dictada por los previamente existentes; maderas de “pinotea” en pisos y escalera, cedro y hierro negro para las carpinterías y terminaciones de yeso blanco para los paramentos.
Se pretende así generar una intervención que contemple la resolución de un programa de necesidades contemporáneo en un marco construido y la generación de un diálogo sin estridencias entre lo preexistente y lo nuevo.
El pasaje dónde se encuentra la vivienda objeto de la rehabilitación es uno de los pocos subsistemas urbanos unitarios de la ciudad de Buenos Aires que se ha mantenido sin apenas modificaciones volumétricas, en su conjunto, hasta el día de hoy. Se trata de una agrupación lineal de viviendas unifamiliares que responden a una misma tipología de casa con patio contra medianera de fondo, desarrollada en tres crujías y de una sola planta, aunque posteriormente muchas de ellas, como en nuestro caso, tendieron a ocupar la terraza parcialmente para ubicar habitaciones de servicio o quinchos.
Aunque probablemente el lenguaje estilístico al que respondían de inicio también fuera unitario y basado en los cánones de la época, con el tiempo, las fachadas fueron sufriendo modificaciones hasta llegar al resultado ecléctico que podemos observar hoy. A pesar de ello siempre se respetaron las líneas básicas de composición y la proporción de vacíos y llenos inicial, manteniendo cierta unidad formal y el carácter doméstico, de corte casi suburbano, del pasaje.
Es por estos motivos por lo que en el momento de plantear la nueva vivienda no se optó por la demolición total de la construcción existente, a pesar de no tener ésta valor patrimonial per se. Se aborda el proyecto desde la reorganización programática necesaria dentro de la tipología dada y la puesta en valor de elementos singulares propios, sin caer en una restauración total.
El programa se desarrolla en dos plantas y una entreplanta parcial. La planta baja respeta las tres crujías existentes, aunque reorganiza la distribución para cumplir con las nuevas necesidades. El acceso a la vivienda tiene lugar a través de un recibidor previo y un espacio de distribución ubicados en la crujía central, la misma que alberga el patio contra la medianera de fondo. Este acceso genera una fuerte simetría en planta, potenciada por elementos como las puertas curvas que vierten sobre la habitación y la sala de estar. Éstas se mantienen, más como elementos evocadores que como recurso propiamente funcional.
Una de las crujías contiene los espacios de relación, sala de estar, comedor, cocina, entendiéndolos como una unidad, pero sugiriendo cierta independencia mediante el tratamiento diferenciado de los respectivos cielorrasos: se recupera el cielorraso original sobre el estar, de cenefa Beaux-Arts y se trabajan los dos restantes mediante un decrecido en complejidad hacia la cocina. Los elementos que conforman ésta última se colocan en sentido longitudinal a la crujía, potenciando la unidad espacial. En el patio y en continuidad se ubica la parrilla. La otra crujía contiene una habitación en suite que ventila al patio, la nueva escalera de acceso a la planta superior que enfatiza a su tiempo el espacio de distribución y la sala de juegos ventilando a la fachada.
Se recuperan los pavimentos existentes de “pinotea” y se sustituyen los cerámicos debido al mal estado de conservación. También se recuperan todas las puertas de la planta baja, de cedro de excelente calidad y factura. Subiendo la escalera accedemos a la entreplanta dónde se distribuye otra habitación con baño propio. Finalmente accedemos a la habitación principal, pensada como elemento completamente nuevo, que se despega de la distribución original de la planta baja y dónde se prioriza la relación con el exterior, mediante el uso de grandes superficies vidriadas, tanto sobre la fachada que da a la calle como con la terraza que se genera contra la medianera del fondo y que vierte sobre el patio central.
La construcción nueva que alberga la habitación principal de la casa se entiende como un volumen nuevo, posicionado para garantizar un buen asoleo y trabajado para proteger de la insolación directa desfavorable, generando un espacio semicubierto sobre le patio y un alero, continuo en todo su perímetro sobre la calle. Este volumen nuevo concentra la potencia formal de la intervención y genera el diálogo entre lo existente y lo nuevo. La intención de éste es la de actuar como remate de la fachada clásica sin perder su identidad contemporánea.
En cuánto a materialidad se ha buscado una integración sensorial mediante el uso de una paleta limitada y homogénea de materiales dictada por los previamente existentes; maderas de “pinotea” en pisos y escalera, cedro y hierro negro para las carpinterías y terminaciones de yeso blanco para los paramentos.
Se pretende así generar una intervención que contemple la resolución de un programa de necesidades contemporáneo en un marco construido y la generación de un diálogo sin estridencias entre lo preexistente y lo nuevo.
Arquitectura: Estudio BaBO
Equipo: Marit Stabell, Francisco Kocourek, Francesc Planas Penadés
Construcción: Hugo Borda Construcciones
Ubicación: Palermo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Superficie Total: 185m2
Año casa original: 1914
Año de Proyecto: 2007
Año de Construcción: 2007-2008
Fotografías: Estudio BaBO
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