Casa Ovalle-Salinas - Jorge Figueroa + Asociados
El lugar
El proyecto se ubica en un terreno con una leve pendiente ascendente entre los cerros que conforman un pequeño valle en el sector norte de La Dehesa.
Rodeado de cerros hacia el oriente y norte, el terreno goza de una buena vista hacia ellos y entre ellos, a la cordillera.
Hacia el poniente, mas distante, la vista hacia el cerro Manquehue es relevante y protagónica.
El terreno
La calle se ubica hacia el poniente del sitio, lo que permitirá generar un jardín protegido de las vistas de la calle hacia el oriente, abriéndose hacia los cerros circundantes.
El partido general
El “partido general” en arquitectura se refiere a las ideas matrices, a los conceptos arquitectónicos que entran en consideración para luego desarrollar el anteproyecto.
En este caso, el partido general se basa en la idea de “cobijo”, en la idea de crear espacios acotados, íntimos y conquistables.
Frente a la inmensidad del espacio circundante, se plantea el espacio de sombra, el micro-espacio, el territorio dominado, la escala humana.
De ahí, los patios, elemento arquitectónico atemporal y frecuente obsesión de esta oficina de arquitectura.
Cuando creamos un patio, pasamos a ser los propietarios de ese espacio.
Antes, pertenecía a todos, después es nuestro.
Los patios son románticos, íntimos, nos dan la sensación de seguridad y acogida.
“Aquí la luz, el calor, la vegetación y el agua son potenciados.”
(Ricardo Legorreta, arquitecto mexicano, premio Pritzker de arquitectura)
La idea de los patios, no inhibe que también busquemos conquistar las visiones lejanas y dominar la geografía que rodea el terreno.
Una de las ideas es que la casa se vaya descubriendo a medida que se avanza desde la calle hacia el jardín.
La obra va apareciendo en forma parcial, y quien la recorre se ve “sorprendido” por espacios que se van sucediendo hasta rematar en el jardín y más precisamente en la piscina, ubicada en el fondo de este.
Otra idea es la de generar espacios ambiguos en su definición y delimitación interior – exterior, de tal manera de generar la sensación de mayor superficie construida y, a la vez, de mayor espacio verde y de jardines.
Así es como se plantean una sucesión de espacios exteriores totalmente construidos en sus bordes: patios, que dan intimidad, frescura, luz y permiten traer la naturaleza al interior de la obra. ¿Dónde empieza el interior? ¿Dónde termina el exterior?
Relacionado con la idea de “descubrir”, la obra se cierra casi totalmente hacia la calle y se presenta muy vidriada y expuesta hacia el jardín privado
Desde la calle, solo muros, de diferentes alturas, dan cuenta de la presencia de la casa.
Volúmenes puros en juego de luz y sombra que manifiestan un lenguaje contemporáneo que resguarda la intimidad de sus habitantes.
Recorrido por la casa
Se accede al terreno por su costado poniente, peatones y autos ingresan en forma separada.
El ingreso de peatones es lateral, de tal manera de evitar la vista directa hacia el interior. Los autos se ubican tras un portón de corredera de madera. Inmediatamente se encuentra una pequeña explanada para autos de visita (exigencia de la normativa del loteo), luego, hacia el poniente se encuentra el camino vehicular para los dueños de casa. Los autos se guardan bajo un cobertizo que se ha pensado de tal manera de constituir sombra, pero no superficie municipal.
Durante este trayecto la casa aparece tras muros que la insinúan, pero que no la muestran totalmente. Esta idea se basa en el concepto de “descubrir” más que mostrar.
Desde el patio duro de los autos, se insinúa el acceso, en el cambio de altura de dos muros.
Traspuesto este umbral, nos encontramos en el patio de ingreso cerrado y duro pero con vegetación puntual.
Recién después de traspuesto este patio, que acota, mide y da intimidad, se accede al interior de la casa.
¿Interior? En realidad es un interior entre dos patios exteriores, en una suerte de espacio ambiguo cuyos límites se confunden con aquellos que constituyen los patios.
En efecto, al acceder, la vista se fugará nuevamente sobre otro patio, este más verde, más vegetal.
Nuevamente la casa se insinúa, no se muestra totalmente, hay que descubrirla paso a paso. Al caminar hacia delante, rodeando el patio “verde”, nos encontraremos con el living y este espacio se prolonga sobre el jardín cubriendo la terraza. La vista rematará finalmente en la piscina y su gárgola que le da movimiento al agua, entre dos muros.
El comedor se prolonga al exterior a través de una situación de terraza semi dura, que alberga muebles en obra relacionados con la parrilla y piscina.
El sector de servicio se relaciona directamente con el hall de acceso. Se distingue hacia el poniente, el área de los dos dormitorios de servicio mas baño y lavadero y hacia el oriente la cocina y comedor de diario.
La cocina, espacio importante de la casa, tiene visas hacia el sur y poniente (donde se encuentra un pequeñísimo jardín).
El sector más familiar, mas intimo, se encuentra hacia el sector norte. En dicha zona, en primer piso se encuentran los 3 dormitorios requeridos y sus baños y la sala de estar familiar.
Protagonista de esta zona, el espacio que alberga a la escalera que lleva al dormitorio principal, de forma trapezoidal, llena de luz por medio de lucarnas, al transito cotidiano.
Al llegar arriba, aparecerá brevemente el patio central, dominado desde el descanso. Desde allí, una pequeña ventana -apenas una anécdota- muestra el cerro Manquehue.
El dormitorio principal se ubica a continuación de la sala de estar. Una puerta corredera permite aislar ambas zonas.
El baño principal es absolutamente vidriado y su vista se abre sobre un patio seco de techo. La intimidad se consigue por la ubicación estratégica de altos muros.
Materiales, volúmenes
La casa se ha pensado en base a volúmenes simples, sencillos, de alturas proporcionadas a cada espacio, en un juego de trasposición de vigas que van apoyándose entre si generando una volumetría austera pero ágil.
Toda la casa se plantea en base a muros y vigas de hormigón blanquecino, combinado con muros estucados de color blanco, de manera de resaltar la pureza, rechazar el calor y proponer una visión pura y simple, austera, no pretenciosa, atemporal y fuerte.
Arquitectos: Jorge Figueroa + Asociados
Ubicación: Lo Barnechea, Chile
Arquitecto: Jorge Figueroa + Asociados
Año Proyecto: 2011
Proveedores: Xilofor
El proyecto se ubica en un terreno con una leve pendiente ascendente entre los cerros que conforman un pequeño valle en el sector norte de La Dehesa.
Rodeado de cerros hacia el oriente y norte, el terreno goza de una buena vista hacia ellos y entre ellos, a la cordillera.
Hacia el poniente, mas distante, la vista hacia el cerro Manquehue es relevante y protagónica.
El terreno
La calle se ubica hacia el poniente del sitio, lo que permitirá generar un jardín protegido de las vistas de la calle hacia el oriente, abriéndose hacia los cerros circundantes.
El partido general
El “partido general” en arquitectura se refiere a las ideas matrices, a los conceptos arquitectónicos que entran en consideración para luego desarrollar el anteproyecto.
En este caso, el partido general se basa en la idea de “cobijo”, en la idea de crear espacios acotados, íntimos y conquistables.
Frente a la inmensidad del espacio circundante, se plantea el espacio de sombra, el micro-espacio, el territorio dominado, la escala humana.
De ahí, los patios, elemento arquitectónico atemporal y frecuente obsesión de esta oficina de arquitectura.
Cuando creamos un patio, pasamos a ser los propietarios de ese espacio.
Antes, pertenecía a todos, después es nuestro.
Los patios son románticos, íntimos, nos dan la sensación de seguridad y acogida.
“Aquí la luz, el calor, la vegetación y el agua son potenciados.”
(Ricardo Legorreta, arquitecto mexicano, premio Pritzker de arquitectura)
La idea de los patios, no inhibe que también busquemos conquistar las visiones lejanas y dominar la geografía que rodea el terreno.
Una de las ideas es que la casa se vaya descubriendo a medida que se avanza desde la calle hacia el jardín.
La obra va apareciendo en forma parcial, y quien la recorre se ve “sorprendido” por espacios que se van sucediendo hasta rematar en el jardín y más precisamente en la piscina, ubicada en el fondo de este.
Otra idea es la de generar espacios ambiguos en su definición y delimitación interior – exterior, de tal manera de generar la sensación de mayor superficie construida y, a la vez, de mayor espacio verde y de jardines.
Así es como se plantean una sucesión de espacios exteriores totalmente construidos en sus bordes: patios, que dan intimidad, frescura, luz y permiten traer la naturaleza al interior de la obra. ¿Dónde empieza el interior? ¿Dónde termina el exterior?
Relacionado con la idea de “descubrir”, la obra se cierra casi totalmente hacia la calle y se presenta muy vidriada y expuesta hacia el jardín privado
Desde la calle, solo muros, de diferentes alturas, dan cuenta de la presencia de la casa.
Volúmenes puros en juego de luz y sombra que manifiestan un lenguaje contemporáneo que resguarda la intimidad de sus habitantes.
Recorrido por la casa
Se accede al terreno por su costado poniente, peatones y autos ingresan en forma separada.
El ingreso de peatones es lateral, de tal manera de evitar la vista directa hacia el interior. Los autos se ubican tras un portón de corredera de madera. Inmediatamente se encuentra una pequeña explanada para autos de visita (exigencia de la normativa del loteo), luego, hacia el poniente se encuentra el camino vehicular para los dueños de casa. Los autos se guardan bajo un cobertizo que se ha pensado de tal manera de constituir sombra, pero no superficie municipal.
Durante este trayecto la casa aparece tras muros que la insinúan, pero que no la muestran totalmente. Esta idea se basa en el concepto de “descubrir” más que mostrar.
Desde el patio duro de los autos, se insinúa el acceso, en el cambio de altura de dos muros.
Traspuesto este umbral, nos encontramos en el patio de ingreso cerrado y duro pero con vegetación puntual.
Recién después de traspuesto este patio, que acota, mide y da intimidad, se accede al interior de la casa.
¿Interior? En realidad es un interior entre dos patios exteriores, en una suerte de espacio ambiguo cuyos límites se confunden con aquellos que constituyen los patios.
En efecto, al acceder, la vista se fugará nuevamente sobre otro patio, este más verde, más vegetal.
Nuevamente la casa se insinúa, no se muestra totalmente, hay que descubrirla paso a paso. Al caminar hacia delante, rodeando el patio “verde”, nos encontraremos con el living y este espacio se prolonga sobre el jardín cubriendo la terraza. La vista rematará finalmente en la piscina y su gárgola que le da movimiento al agua, entre dos muros.
El comedor se prolonga al exterior a través de una situación de terraza semi dura, que alberga muebles en obra relacionados con la parrilla y piscina.
El sector de servicio se relaciona directamente con el hall de acceso. Se distingue hacia el poniente, el área de los dos dormitorios de servicio mas baño y lavadero y hacia el oriente la cocina y comedor de diario.
La cocina, espacio importante de la casa, tiene visas hacia el sur y poniente (donde se encuentra un pequeñísimo jardín).
El sector más familiar, mas intimo, se encuentra hacia el sector norte. En dicha zona, en primer piso se encuentran los 3 dormitorios requeridos y sus baños y la sala de estar familiar.
Protagonista de esta zona, el espacio que alberga a la escalera que lleva al dormitorio principal, de forma trapezoidal, llena de luz por medio de lucarnas, al transito cotidiano.
Al llegar arriba, aparecerá brevemente el patio central, dominado desde el descanso. Desde allí, una pequeña ventana -apenas una anécdota- muestra el cerro Manquehue.
El dormitorio principal se ubica a continuación de la sala de estar. Una puerta corredera permite aislar ambas zonas.
El baño principal es absolutamente vidriado y su vista se abre sobre un patio seco de techo. La intimidad se consigue por la ubicación estratégica de altos muros.
Materiales, volúmenes
La casa se ha pensado en base a volúmenes simples, sencillos, de alturas proporcionadas a cada espacio, en un juego de trasposición de vigas que van apoyándose entre si generando una volumetría austera pero ágil.
Toda la casa se plantea en base a muros y vigas de hormigón blanquecino, combinado con muros estucados de color blanco, de manera de resaltar la pureza, rechazar el calor y proponer una visión pura y simple, austera, no pretenciosa, atemporal y fuerte.
Arquitectos: Jorge Figueroa + Asociados
Ubicación: Lo Barnechea, Chile
Arquitecto: Jorge Figueroa + Asociados
Año Proyecto: 2011
Proveedores: Xilofor
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